jueves, 2 de noviembre de 2017

El Big Data y lo incognoscible


Para terminar el bloque sobre la naturaleza de la Ciencia, os propongo la lectura de este artículo de Javier Argüello acerca del Big Data. Esta vez, aunque recomiendo mucho su lectura, no es obligatorio comentar ( si lo hacéis será un gusto leeros y responderos). Los de primero C podéis comentar algún aspecto de la charla de hoy.
Lo que sí que es obligatorio es que visionéis el vídeo situado en la parte derecha de la pantalla "No es posible representar el sistema solar a escala" ( los de CTMA ya lo visteis) y contestéis lo que pido, para inaugurar oficialmente el tema de El Universo que ya empezamos en la visita al Cosmocaixa.



Se encuentran dos amigos y uno le dice al otro: voy a utilizar un sistema basado en el análisis de datos para determinar si tu novia te quiere. Eso no es posible, responde el segundo, no se trata de un asunto que pueda resolverse utilizando el análisis de datos. Puede que tengas razón, reconoce el primero. A la semana siguiente los dos amigos vuelven a encontrarse y el diálogo se repite: voy a utilizar un sistema basado en el análisis de datos para determinar si tu novia te quiere. Pero ¿no habíamos quedado en que eso no era algo que pudiera determinarse utilizando el análisis de datos? Sí, lo habíamos hecho, reconoce el primer amigo, pero ocurre que ahora cuento con una cantidad mucho mayor de datos.

Lo que este rudimentario relato pretende ilustrar es que, si fuera cierto que existen áreas o problemas que no pueden ser abordados desde el análisis de datos, entonces el hecho de disponer de una enorme cantidad no alteraría este hecho. La pregunta es entonces: ¿Existen efectivamente áreas o problemas que no pueden ser abordados desde el análisis de datos?
Digámoslo de otra manera: ¿Es posible pensar en un método de exploración y/o representación de la realidad que se adecúe de la mejor manera a la naturaleza de todas y cada una de las áreas de acción en las que pueda verse involucrada la experiencia humana? ¿Hay un lenguaje o un método universal y excluyente que pueda describir y procesar de forma indistinta y eficiente las impresiones y expresiones derivadas de la puesta en contacto con las realidades materiales e inmateriales, simbólicas y tangibles, emocionales y racionales que pueda experimentar un individuo?
Durante muchos años se pensó que el lenguaje de las matemáticas lo había conseguido. “Todo en el universo es número”, afirmaba Pitágoras. El lenguaje de las matemáticas aparentaba ser el lenguaje de la naturaleza, la gramática que Dios había utilizado para diseñar su creación. Un lenguaje que no dependía ni del observador ni del punto de vista, un lenguaje objetivo al que cualquiera podía acceder con idénticos resultados.
Sin salir de las fronteras de las matemáticas, sin embargo, el teorema de Gödel demostró que había cuestiones acerca de las cuales nada podía decirse desde la aritmética. Y eso, como decimos, sin salir de las fronteras de las matemáticas. ¿Qué pasa con los asuntos que, debido a su propia naturaleza interna, presentan riquezas que un sistema como este no es capaz de reflejar?
Un buen ejemplo podría hallarse en el terreno de la literatura, en donde lo que se busca es justamente crear experiencias emocionales únicas y cargadas de significado. Universales, sí, pero no traducibles ni comparables. No se trata de que el Big Data no pueda utilizarse en el análisis literario, sino de determinar en qué parcelas del análisis literario puede resultar útil y en cuáles no. Mucho antes de que existiera el Big Data, de hecho, ya había habido numerosos intentos de sistematizar los misterios de las estructuras literarias. Desde la Poética de Aristóteles hasta la semiótica, pasando por los modelos que los formalistas rusos proponen, han sido numerosos los intentos de establecer parámetros acerca de los elementos que hacen que un texto literario esté bien construido y/o interese a los lectores. Y han resultado muy útiles allí donde lo que se buscaba era un dar con criterios sistematizables. Sin embargo no han podido decir nada acerca de lo que había más allá.
Hay partes sistematizables en las estructuras literarias a las que se puede acceder sin Big Data. Y hay partes no sistematizables en las estructuras literarias a las que no se puede acceder ni con ni sin Big Data. Y son justamente éstas últimas las que dotan a la experiencia literaria de su mayor riqueza. El problema es que su existencia no resulta demostrable. ¿Podemos afirmar por ello que no existe?
La demostrabilidad como requisito forma parte de una concepción de mundo a partir de la cual sólo es válido aquel tipo de conocimiento que responde a los parámetros de lo demostrable. La euforia que despertó la posibilidad de sistematizar el conocimiento llevó a que en el siglo XVIII la corriente iluminista proclamara que aquello que funcionaba en algunas esferas del conocimiento era plausible de ser trasladado a todos los ámbitos de la experiencia. Así, el intento de abarcar con el método científico todos los rincones de la existencia, terminó reduciendo la existencia a lo que el método científico podía abarcar. Y desde ese brutal empobrecimiento fue que empezamos a experimentar el mundo. Es de esperar que la euforia que despiertan hoy las posibilidades del Big Data no nos haga cometer un error equivalente.


                                                                                                               Javier Argüello 

19 comentarios:

  1. Después de la visita de Javier Argüello y habiendo leído su artículo acerca del Big Data, me gustaría comentar las reflexiones a las que he llegado:

    1)Desde los inicios de la evolución humana el hombre se ha hecho preguntas, cuestiones a las que llamamos filosóficas. Dichas cuestiones, son las que en teoría nos despiertan más interés y al mismo tiempo las que nos producen más dolor. ¿Quienes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Que hacemos? Sus respuestas han sido siempre “el quid de la cuestión”. Pero la pregunta que me hago yo ahora es: ¿Seguimos queriendo resolver con el mismo entusiasmo dichas preguntas? Cierto es, que siguen generando debate en la actualidad, pero parece que con el paso del tiempo puedan terminar evaporándose. Entonces ¿Seguiremos planteándonos estas preguntas? Dado que no poseo una bola de cristal, no puedo afirmar el futuro, pero aunque me gustaría pensar que seguiremos tratando con interés este tema, creo que no será así. La gente se centra cada vez más en pequeñas áreas del conocimiento, esto es una característica de la raza humana, es decir, tendemos a la especialización. Cada vez más centramos nuestros esfuerzos en lograr otro tipo de respuestas, unas que nos ayuden a vivir en definitiva más y mejor. No sabemos si alguien resolverá o no los temas filosóficos, pero lo que si sabemos es que podemos avanzar en ciencia i tecnología. Si invertimos en “filosofía” puede resultarnos un fondo perdido pero si invertimos en “ciencia y tecnología” podemos lograr beneficios. Por ejemplo, si aún paciente de Alzheimer le haces elegir entre saber de dónde venimos, o saber la cura para su enfermedad, estoy segura que elegiría la cura. En definitiva, quizá nuestro modo de estudiar al Universo haya cambiado porque nuestro interés global ya no es el mismo.


    2) Debemos afrontar que la realidad es compleja y por eso no nos debería extrañar la existencia de problemas que no pueden ser abordados desde el análisis de datos. No podemos pretender describir nuestro entorno con unos escasos símbolos matemáticos. Me parece una brillante idea proponer a la lengua literaria como método Universal para describir lo que sucede en el mundo. A mi modo de ver, un texto literario puede contener Matemáticas (por ejemplo puedes describir una fórmula matemática mediante un problema cotidiano escrito), pero una Fórmula Matemática no contiene literatura. En conclusión, en mi opinión sería más acertado abordar la vida a través de la lengua literaria porque ésta es subjetiva y la científica objetiva y por tanto limitada.

    Marina Camacho Sanz 1º Bachillerato C

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  2. “Todos somos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido.” Albert Einstein.

    Antes de que el infante alcance a dominar mínimamente la palabra, ya es este sometido a su primera, y posiblemente más importante, lección: la de matemáticas. En esta conocerá y dominará ese tan complejo lenguaje numérico, aparentemente capaz de solventar cualquier cuestión que nos plateemos y definir, íntegramente, el universo del que tan inocentemente formamos parte. ¿Pero es eso cierto, hay una demostración numérica y matemática para todas las realidades y verdades que nos cuestionamos?

    Contar es la actividad, que conjuntamente con el habla, llevamos ejercitando desde nuestra más tierna infancia. A pesar de que toda esta aventura empiece por reconocer, memorizar y aprender los números del uno al diez, la verdadera esencia del aprendizaje de este lenguaje no tiene otro objetivo que el de poder definir la realidad que nos rodea, lógica y coherentemente, mediante el uso del lenguaje propio de las ciencias exactas. Una vez somos suficientemente ágiles con los números, nuestros conocimientos ya no sólo se manifiestan y se “activan” ese día, a esa hora, en esa aula de matemáticas, si no que los empelamos en esas actividades más cotidianas y frecuentes de nuestras vidas.

    Contar y numerar nos ayuda a reconocer y cuantificar. Clasificar y determinar para poder así ordenar, entender, concluir, clasificar y nombrar aquella pequeña porción de universo, ese sistema, que estamos observando y que pretendemos estudiar.
    Es propio de la naturaleza de los seres humanos acallar el malestar que surge cuando no entendemos alguna cosa. Es así que recurrimos a un procedimiento numérico para conocer exactamente, por ejemplo, cuál es nuestro conocimiento en una determinada materia. Del resultado (numérico) obtenido se realiza una interpretación y por último una conclusión.

    Ahora bien, es sencillo emplear este método cuando nos referimos a sistemas sencillos que pueden ser observados objetivamente sin dificultad aparente, pero ¿qué ocurre cuando nos proponemos estudiar emocionalmente a un individuo? ¿Es entonces tan sencillo cuantificar, numerar y determinar? ¿Es si quiera posible? ¿Cómo “contaríamos numéricamente” e interpretaríamos los sentimientos, emociones y pensamientos de dos seres diferentes? ¿Si no pudiéramos hacerlo, significa entonces que estos no forman parte de la realidad? En caso de que la respuesta a esta última cuestión fuese afirmativa, tristemente estaríamos acortando y debilitando esa titánica existencia, el gran universo, el todo. Lo estaríamos reduciendo a la ínfima realidad a la que de momento puede abarcar el conocimiento y que es realmente verificable. De esta manera, afirmaríamos que todo lo que no podemos demostrar y que solo logramos acceder al contemplar subjetivamente, es inexistente. Afortunadamente, la existencia o no existencia de un elemento no funciona ni se determina así.
    Tal y por lo que he podido entender al merodear por este reflexivo artículo, posiblemente no podemos acceder a demostrar nuestros sentimientos porqué todavía no tenemos ningún método de exploración o representación al que podamos recurrir en caso de querer definir estas realidades y demostrar o no su existencia. Ya que a pesar de gran complejidad de los métodos matemáticos, esta sigue sin ser comparable con la todavía mayor complicación que presenta resolver cualquier cuestión no demostrable y tan relativa. Por suerte y tal y como refleja el fragmento, hay algo infalible a lo que si podemos recurrir y es a la experiencia humana.

    Continua en el siguiente Post.

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  3. Continuación:

    Citando a Einstein al comienzo de mi reflexión pretendo matizar lo siguiente: es tan importante conocer como saber cómo llegar al conocimiento. No errar a la hora de emplear un método representativo en el estudio de un sistema específico es primordial para poder extraer una correcta interpretación del producto obtenido. Método y objetivo de estudio deben estar íntimamente relacionados.
    Nada nunca será completamente blanco o completamente negro (no podemos segurar que nada sea definitivamente universal), ya que en el universo no hay nada que encontremos por naturaleza propiamente aislado. Todo está en relación y continua interacción con otros elementos, de los que depende, que también deben ser estudiados si se pretende entender y comprender aquello que nos rodea. Cultivar El Todo accediendo a él y abordándolo mediante el uso de todas las variables del conocimiento y estudio posibles sin olvidar que nuestra experiencia es más que relevante dentro de él, puede llegar a suponer una gran mejora en los resultados. Ya que independientemente de ser un componente más de la realidad que interacciona y se relaciona con el entorno o medio, nosotros tenemos la capacidad de detectar y determinar esos enlaces de relación entre los elementos.
    Estudiando el conjunto y sus relaciones, y no el individuo de forma independiente, florecen esas propiedades emergentes que pueden pasar desapercibidas cuando aislamos y observamos analíticamente uno a uno los constituyentes del conjunto. Se disfraza entonces la realidad de la armonía propia de una gran sinfonía. En esta, inconscientemente percibimos sonidos no verificables en las partituras ni presentes en la audición de las interpretaciones por separado de ninguno de los músicos. Sin embargo los escuchamos, son reales, existen y corresponden a la combinación de sonidos que generan todos los instrumentos cuando tocan al unísono. Estudiando las relaciones accederemos a la máxima interpretación y conocimiento. Disfrutando del conjunto podremos transportarnos a otro mundo donde ciertamente solo reinan las verdades demostrables y objetivas y las no demostrables y subjetivas. En conjunto: las verdades existentes.

    Ana Delgado, 1º Bachillerato C.

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  4. Creo que tiene razón Javier y es triste que el mundo esté enfocado a este conocimiento tangible, medible y demostrable. Son muchas la variables y la metodización de todo, no es posible, ni siquiera viable.
    Supongo que con el tiempo, se invertirá, o simplemente se cambiará el sistema, por necesidad.

    Dirigiendome a usted, grácias por venir a nuestra aula para hablarnos de dicho conocimiento y exponer sus reflexiones.

    El otro día en clase tratamos muchos temas y me gustaría preguntarle lo siguiente:

    ¿Porqué necesitamos avanzar? ¿Es natural del ser humano? Pretendemos abarcar el "todo" y no comprendemos el "nada". Y ¿Todo esto para que? Para mejorar supongo, pero ¿Para que?

    Muchas grácias.

    Pol Pérez Rivas

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  5. En primero de todo queria decir que este video me a parecido interesante ya que Javier Argülleo explica dlferentes temas en los que la mayoria de la gente o todos pensamos en lo mismo, en cosas que van succediendo o mitos que se dicen que la gente no sabe si es mentira o verdad y he comentado esto porque me queria dedicar en un punto donde me a interesao ese tema.
    El tema es el que los dioses se dirigian a los hombres a través de musas, en este apartado me a venido a la cabeza como bien dice Javier que si las musas podian decir tanto las verdades como las mentiras los hombres sin esos relatos en el que distingen la verdad o la mentira si no los tubiesen que harian porque en ese caso no sabrian si es verdad o mentira; harian caso a mentiras o verdades que alomejor los dioeses les habria dicho a las musas o quizas no, quizas se esten inventando temas o suggerimientos.

    Yassin Azzouz 1batxB

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    1. Yassin, está muy bien que hayas mirado este vídeo, del mismo autor que el texto que os proponía leer y comentar voluntariamente. El que os pedía que vierais para el tema actual es el de la escala de los planetas. Cuando puedas míratelo. El tema de las musas te lo explico en clase.

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    2. Ah vale de acuerdo me confundi y vi el de javier argülleo mirare el que se tenia que mirar es que me confundi y me equivoque de video.

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    3. Ah vale de acuerdo me confundi y vi el de javier argülleo mirare el que se tenia que mirar es que me confundi y me equivoque de video.

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  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  7. Según la reflexion de Javier Argüello, el mundo esta enfocado a un conocimiento desaauilibrado y demostrable. Las variabilidades son impossibles y inviables, es triste que el mundo sea así, pero lo es.
    Esperamos que con el tiempi se invierta o se canvie el sistema de sociedad. Él transmite conocimientos y explone sus reflexiones ante todos nosotros.
    Según mi opinion, la realidad esta pra afrontarla y todos los problemas tienen solución, solo hay que buscarla. No se puede describir el futuro con cálculos matemáticos, solo esta la lengua y la inteligencia para descifrarlo.
    En conclusión, la lengua ya que es subjetiva y ilimitada, seria la más adecuada para experimentar de la vida. Y no por lo cientifico ya que es objetivo y limitado.
    BERTA CALAFELL 1r BATX A

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  8. Éste texto plasma perfectamente una situación, diría yo que incluso un problema, con el que convivimos en ésta sociedad, en la que la mayoría de veces resulta difícil creer algo no demostrado. Mucha gente, entre los que me podría incluir muchas veces, no cree lo que se les dice por el hecho de no estar probado. Hubo un momento en la charla, en el que Javier Argüello dijo: “¿Creeis que la verdad siempre tiene que demostrarse?”, yo pensé rotundamente: “sí”, pero entonces preguntó: “¿queréis a vuestra madre?”. En ese instante me desmontó los argumentos. Y es que, ¿qué pasa con todo aquello que no se puede medir? ¿No existe? Lo cierto es qué hoy en día no es fácil separar lo que se puede y lo que no se puede medir.

    Me ha parecido fascinante una de las frases con las que concluye este fragmento: “el intento de abarcar con el método científico todos los rincones de la existencia, terminó reduciendo la existencia a lo que el método científico podía abarcar”. Me ha encantado esta frase, me parece de lo más cierto. No nos podemos limitar, o al menos, no deberíamos.

    JOAN ROMERA, 1º BACH C

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    1. Claro, no hay un rechazo al método científico, que es muy útil para muchas áreas. Simplemente no podemos reducir la realidad a lo que se pueda demostrar con este método. Y por otro lado se tiene que saber discernir entre lo que se puede conocer por esa vía y lo que no ( las confusiones se producen muchas veces cuando pretendemos que una cosa se mida con la vara de la ciencia cuando no es posible o cuando vendemos humo con la etiqueta de "científicamente probado". Cada ámbito tiene sus propias reglas y no se debe excluir ninguna forma de conocimiento.

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  9. Abans de res, m’agradaria fer-vos saber que l’anàlisi de dades o «Big Data» —concepte traduït com a «dades massives» pel TERMCAT— és un àmbit que em suscita un enorme interès i del qual voldria estar més informat.

    Dit això, em disposo a analitzar un article que hauria desitjat que aprofundís un xic més en el tema, és a dir, que no es desviés tant com he percebut de l’objecte del redactat. No dic que per aquest motiu sigui ni millor ni pitjor, sinó, que hauria preferit un altre enfocament.

    L’autor, Javier Argüello, comença amb un exemple pràctic que qualsevulla pot entendre. Ens introdueix un context en què un amic comenta a un altre heterosexual que tan sols amb la utilització dels mètodes propis «Big Data» pot determinar si la seva xicota l’estima o si, per contra, ha deixat de fer-ho. Davant la incredulitat de l’interlocutor i de la majoria de lectors (presumiblement), el seu col·lega li respon que, mitjançant aquestes eines, no té la facultat de descobrir-ho. Enfront d’aquest negacionisme, l’especialista en ciència de dades afirma que, en aquell precís moment, no pot. No obstant això, un altre dia es veu prou capacitat per portar-ho a terme atesa la gran quantitat de dades generades en poc temps. El que no sabem és quin és el desenllaç de la «trama».

    En cas que ens poséssim a fer de detectius, no ens seria gaire complicat aventurar-nos a comunicar si l’ama o no. Això sí, tindríem necessitat d’accedir al seu historial de cerca, compres
    o navegació, a la seva activitat a les xarxes socials o a les cançons escoltades recentment, entre una pila de possibilitats. Evidentment, sempre tenint en compte el que és legal o no i els dubtosos límits de la privacitat a Internet.

    Sense oblidar que hauríem de controlar el que volem que les empreses o treballadors puguin visualitzar de nosaltres. Recentment, sorgí la notícia que després de l’adquisició multimilionària per part de Facebook del popular servei de missatgeria «Whatsapp», en volia treure un profit. Segur que recordareu la polseguera que es va aixecar el dia que els mitjans van fer sortir a la llum l’escàndol que suposava que la companyia fundada per Mark Zuckerberg compartís —de vegades, demanant-ne el permís— la informació del nostre perfil de l’app de xats a la més utilitzada xarxa social. Al final, no es va aclarir si es retractaven o no.

    Pel que puc llegir a aquesta pàgina web, sembla que es van decantar per no fer-ho: https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2017-08-28/facebook-whatsapp-compartir-datos_1434886/

    A continuació, ja entrem en el vell debat sobre si hi ha cap llenguatge universal, que abasti tota mena de coneixement. En principi, es deia que l’eren les matemàtiques. Ja fa temps que es féu palpable que en camps com la literatura, la música o la pintura eren aliens a l’aritmètica. No es pot, per exemple, mesurar la passió amb la qual uns actors representen una obra de teatre o la correcció amb què un músic toca un instrument o quin quadre és millor, numèricament parlant.

    A més a més, va passar un fet paregut al segle XVIII, de les llums o període de la Il·lustració. És innegable que la segona tornada als patrons clàssics de l’Antiga Grècia i Roma després del Renaixement va portar avenços cabdals per a la ciència, la filosofia, la política o l’economia. Per posar el dit a la nafra, el que no va acabar de sortir del tot bé va ésser l’intent d’aplicar el mètode científic a tots els tipus de coneixement. Com he exposat abans, no podem reduir-ho tot d’una manera tan simplista. El món és complex.

    Podem estendre-ho fàcilment a la branca de l’anàlisi científica de dades. Podrem saber moltes informacions amb aquests mètodes, però, com vam veure fa anys, no podrem saber-ho tot. I encara sort, perquè oi que no volem compartir tot el que fem?

    Gerard Sanllehí i Galera, alumne de 1r B de batxillerat

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  10. Desde mi punto de vista, cuando nos preguntan sobre si para dar creabilidad a algo hay que comprovar / demostrar que existe, solemos contestar que sí convencidos de ello ya que, por ejemplo en el instituto siempre nos hablan de que hemos de comprovar las cosas para saber si existen (en el caso del método científico por ejemplo) y contestamos así porque, tal como yo he entendido que dice el texto, suelen acostumbrarnos a que hemos de comprovarlo todo pero en cambio no es así siempre y este texto nos lo deja claro con el ejemplo de la novia y yendo más allá Javier Argüello también nos lo demostró con la pregunta de "quieres a tu madre? demuestralo".

    Irene López, 1rC

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    2. En el caso del método científico es importante hacerlo así, pero no en otros casos como los afectos. Por cierto, el verbo comprobar en castellano va con b.

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  11. RAÚL NAYA ROMERO 1rBATXC
    El texto sobre el big data me parece muy interesante, pero ya que tuve la suerte de poder estar en el discurso de Javier, me gustaría comentarlo.
    Para ser honestos, yo soy una de esas personas que no se pregunta el porque del todo, si que hubo una época que preguntaba mucho pero me cansé porque la mayoría de veces no obtenía una respuesta breve y clara; las cosas son así, la vida es así. Me gustó muchísimo que viniera Javier a transmitirnos la idea de que la ciencia y la literatura mas bien van de la mano. Hubo unos cuantos comentarios que me llamaron mucho la atención, sobretodo cuando dijo que si una persona va al médico porque le duele el tobillo, no puedes solo mirar el tobillo, tienes que mirar también la cadera, si tiene algún problema en la rodilla... Es decir, que una cosa puede llevar a la otra. Puede que no venga mucho al tema, pero ese comentario me llamó mucho la atención y estube reflexionando, de lo poderoso que es el cerebro. En mi opinión yo creo que la mitad de la gente que esta enferma es por problema del cerebro ya sea inseguridad nervios, estrés... y esto puede ser uno de los factores de porque esa persona esta enferma.
    Quizás no tiene que ver mucho con el discurso de Javier pero por una cosa u otra me hizo reflexionar de esta manera y me ha parecido idóneo comentarlo por aquí.

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  12. Me gustaría también agradecer a Javier pero a ti también Paz (y quiero dejar claro que no es para hacer la pelota, ni nada de eso) porque en este tipo de clases es cuando una persona puede reflexionar y aprender. Es un metódo dinámico que sale de lo que es la rutina académica pero en mi caso es mucho mas eficaz que una clase normal. Me gustaría mucho repetir una clase como esta, ya que todo el mundo pudo aprender y reflexionar sobre el tema, e incluso entenderlo mejor.

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    1. Gracias, Raúl. Me alegro que os sirva este salirse un poco del guión habitual. Lo seguiremos intentando.

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